viernes, 11 de mayo de 2012

¿Por qué dejé de leer?


No lo sé bien , la cuestión es que sí dejé de hacerlo un tiempo. Reconstruyendo los indicios de recuerdos de mi memoria incapaz bien pudiera haber sido por estas razones;

·Me fastidia leer las historias de otro, me jode no vivirlas yo mismo. Tras mucho Salgari y Winnetou yo quería ser “de verdad” indio o pirata, y no leer aventuras ajenas antes de dormirme con el libro en las narices. Por eso tampoco me gusta demasiado el cine...

·Tampoco encontraba “resultados”, beneficios personales en la lectura más allá de la distracción. Es evidente que los tiene, pero no inmediatos ni directos...por lo menos a cierta edad. Me invento el recuerdo de que esto se me ocurrió después de terminarme al tercer intento “El señor de los anillos”, un verano que tenía que estudiar para setiembre mecánica y métodos matemáticos.

No sé si todo el mundo utiliza como yo los adjetivos divertido y distraido (en la Rae “distraido” se refiere sólo a la persona, no al hecho que la distrae, pero al menos en Andalucía y en lenguaje común se utiliza también para el agente “distractor”; “es un libro muy distraido”, y ambas palabras funcionan muchas veces como sinónimos). Para mí, distraido , o distraerse es francamente negativo porque te aleja de la consecución de cualquier cosa, simplemente deja pasar el tiempo más rápidamente, deja que se escape, lo pierde. Y algo divertido no tiene sin embargo porque ser inútil. Quizás deje la lectura porque más que divertirme me distraía.

En las últimas semanas por varias razones pero principalmente porque Internet y leer periódicos solo me distrae y además me enfada, he vuelto a leer un poco, novela me refiero, historias de otros.

Y me descubro de nuevo con las piernas dormidas cuando leo en el water más de la cuenta, se me pasa el guiso en la olla y hoy por ejemplo no he picado el ticket del metro y no me he dado cuenta hasta bajarme (podría haber  perdido 40 euros fácilmente con el despiste...). Sinceramente no creo que leer novelas me reporte ningún beneficio, pero esa sensación al leer me remonta a la infancia y quizás sí que gane algo, algo fundamental, definible pero difuso, que perdí con el tiempo. Como las ganas de ser indio o pirata con la creencia de que aún es posible.

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